El sistema hidráulico de un tractor es una de las partes esenciales de este tipo de maquinaria. Y es que es crucial para conseguir un funcionamiento eficiente, consiguiendo así que estos vehículos realicen muchas tareas distintas: levantar cargas pesadas, trabajar con implementos como arados, sembradoras, cosechadoras… Pero ¿sabes realmente cómo funciona? Hoy te lo vamos a contar todo, para que te resulte mucho más sencillo de comprender. ¡Sigue leyendo!

Qué es el sistema hidráulico

Comencemos por los conceptos básicos: el sistema hidráulico de un tractor es un conjunto de componentes que, gracias a fluidos (normalmente, aceite) transmite potencia. Es un sistema que no se encuentra solo en tractores, sino en mucha maquinaria diferente. Y es que tiene una ventaja que la diferencia de todas las demás: es capaz de proporcionar una fuerza bastante significativa de una forma controlada y eficiente. En el caso de los tractores, este se usa para accionar los implementos que se conectan al control.

A modo teórico, debes saber que la idea básica detrás de este sistema hidráulico es lo que se conoce como el principio de Pascal: cuando aplicamos presión a un fluido dentro de un sistema cerrado, esta presión se transmite de forma uniforme en todas las direcciones. Es decir, que este tipo de sistema es capaz de amplificar una fuerza pequeña para conseguir mover o levantar cargas pesadas.

Cómo funciona el sistema hidráulico

Pasemos a hablar del funcionamiento del sistema hidráulico. Es algo complejo, pero vamos a simplificarlo para que te resulte más sencillo. La base es la conversión de la energía mecánica en hidráulica a través de un fluido al que sometemos a una presión; y, posteriormente, esta energía hidráulica se convierte de nuevo en energía mecánica. De esta forma, obtener una fuerza para realizar una acción.

1. El primer paso es la generación de esa presión, mediante una bomba hidráulica. La bomba es accionada por el motor del tractor, y su trabajo es el de mover el fluido desde un depósito hacia el sistema. Como dato extra, debes saber que hay diferentes tipos de bombas: de paletas, de pistones, de engranajes…
2. Una vez que la bomba ya ha generado la presión, se distribuye el fluido a través de todas las válvulas que se encargan de controlarlo. Estas válvulas son componentes críticos, y permiten que el control sea máximo en cuanto al control del flujo y a la dirección de este.
3. Actuación del trabajo en sí: los actuadores hidráulicos entran entonces en acción, puesto que son los componentes que se encargan de convertir esa energía hidráulica en trabajo mecánico. Ofrecen una gran precisión y control, convirtiéndose así en esenciales en todos los sentidos.
4. Por último, cuando ya se ha realizado el trabajo, el fluido regresa al depósito a través de lo que se conoce como línea de retorno. En este momento, el fluido pasa por un filtro que elimina los contaminantes y asegura así que el fluido se pueda usar de nuevo.

Pese a que el procedimiento técnico es complejo, lo cierto es que, a la hora de usarlo, es bastante sencillo. Todo está pensado para que los trabajadores no encuentren problema de ningún tipo durante su jornada laboral.

Componentes de este sistema

Como habrás podido comprobar, hay distintos componentes dentro de este sistema:

1. Bomba hidráulica, que podríamos considerar casi el corazón del sistema. Es la que se encarga de mover el fluido y generar la presión.
2. Depósito de fluido, donde se almacena todo el fluido hidráulico. Tanto su tamaño como su ubicación son importantes a la hora de garantizar un suministro adecuado de fluido, así como permitir la disipación de calor que se genera durante toda la operación.
3. Válvulas de control: estas son las que regulan tanto el flujo como la dirección del fluido hacia los actuadores. Hay diferentes: las válvulas de alivio y las direccionales; las primeras protegen el sistema de presiones excesivas, mientras que las segundas controlan hacia dónde se dirige el fluido en todo momento.
4. Cilindros hidráulicos: son los actuadores. Estos se encargan de convertir la presión del fluido en movimiento lineal.
5. Motores hidráulicos: en caso de que busquemos un movimiento rotaciones, hace falta un eje distinto. Y este es el que ofrecen los conocidos como motores hidráulicos.
6. Filtros: se encargan de mantener en buenas condiciones el fluido, limpiando todos los contaminantes y garantizando que el desgaste a largo plazo sea el mínimo posible.
7. Conductos y mangueras: por último, encontramos el espacio a través del cual se transporta el fluido.

Tipos de sistemas hidráulicos

Hay diferentes tipos de sistemas hidráulicos. Cada uno de ellos cuenta tanto con unas características concretas como con unas aplicaciones específicas. Encontramos, sobre todo:

1. Sistema de centro abierto: la bomba está en continuo funcionamiento. Además, el fluido circula libre cuando no se usan los actuadores. Es simple, y uno de los más económicos, pero erre eficiencia porque está la bomba siempre en funcionamiento.
2. Sistema de centro cerrado: en este caso, la bomba se activa únicamente cuando es necesario. Esto lo hace mucho más eficiente a nivel energético, y es una de las mejores alternativas para tractores que necesitan potencia hidráulica de forma precisa.
3. Sistema de flujo constante: este sistema mantiene un flujo constante del fluido, y es perfecto para implementos que operan de forma constante durante periodos largos de tiempo.
4. Sistema de flujo variable: a diferencia del anterior, en este sistema encontramos una bomba que va ajustando el flujo de fluido según la demanda, lo cual hace que sea mucho más eficiente.

Ventajas de este sistema

Pasamos a uno de los apartados más importantes de este tipo de sistemas hidráulicos, y es la increíble cantidad de ventajas que trae consigo. Porque son todos estos beneficios los que lo convierten en la opción preferida de la industria.

En primer lugar, ofrecen una gran eficiencia y una buena potencia, pese a que los componentes son relativamente pequeños. De este modo, son ideales para aplicaciones que requieren una potencia alta pese a que el espacio es bastante reducido. Asimismo, también ofrecen un control muy preciso tanto de la fuerza como del movimiento. Esto es crucial en una gran cantidad de operaciones agrícolas, como pueden ser la siembra o la cosecha.

Pero aquí no acaban sus ventajas. Además, son versátiles: se pueden usar para levantar y bajar implementos, para accionar motores… ¡Para una gran cantidad de labores distintas! Y a esto hay que añadirle que su mantenimiento es bastante sencillo, además de ofrecer componentes muy duraderos. E incluso son capaces de adaptarse a condiciones muy dispares, algo que siempre es positivo.

Aplicaciones del sistema hidráulico en tractores

El sistema hidráulico de un tractor juega un papel crucial en la operación de diversos implementos y accesorios, haciendo que las tareas agrícolas sean más eficientes y efectivas. Entre las aplicaciones más comunes se encuentran el levantamiento y la regulación de equipos como el arado, la sembradora y la cosechadora. Estos implementos suelen estar equipados con cilindros hidráulicos que permiten ajustar la profundidad y el ángulo de trabajo, facilitando la adaptación a diferentes tipos de suelos y condiciones de cultivo. Esta capacidad de ajuste preciso es fundamental para mejorar la productividad y la calidad del trabajo en el campo.

Además, el sistema hidráulico también se utiliza para operar accesorios como la pala cargadora y el elevador de remolques. La pala cargadora, por ejemplo, emplea un sistema hidráulico para levantar y mover materiales pesados como tierra, rocas o abonos. Los elevadores hidráulicos permiten a los agricultores manejar remolques con mayor facilidad, simplificando la carga y descarga de productos. Estas aplicaciones no solo aumentan la versatilidad del tractor, sino que también reducen la necesidad de esfuerzo manual, mejorando la eficiencia general de las operaciones agrícolas.

Por último, ¿sabes cómo funciona la toma de fuerza de un tractor?