La tecnología ha transformado por completo el sector agrícola de una manera que, hace décadas, era totalmente impensable. Ha mejorado el rendimiento, la productividad y la precisión a la hora de gestionar todos los cultivos. Lo ha hecho, además, con una gran cantidad de accesorios diferentes que permiten optimizar al máximo la gestión de los cultivos y los recursos. Pero uno de los más importantes es, sin duda, el uso de los GPS agrícolas. Estos permiten no solo trabajar de forma mucho más precisa en el día a día, sino obtener datos muy valiosos que ayudan a minimizar el impacto ambiental y a reducir costes. Hoy te vamos a contar en qué consiste exactamente eso del GPS agrícola, para qué se usa y cuáles son sus beneficios. ¡No te lo pierdas!
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Qué es un GPS agrícola
Un GPS agrícola es un sistema especializado de posicionamiento que se ayuda de señales satelitales para determinar la ubicación exacta de la maquinaria de trabajo, de las herramientas agrícolas y, además, de la extensión concreta del campo. Se basa en la misma tecnología GPS que podemos ver en nuestros teléfonos móviles y que nos permite acceder a mapas en tiempo real de todo el mundo. A través del uso de coordenadas geográficas que son muy precisas, los agricultores pueden hacer mapas de sus campos, monitorizar todos sus cultivos y operar con toda su maquinaria con una precisión nunca antes imaginada.
Como dato extra, quizá te interese saber que los GPS agrícolas forman parte de un conjunto mucho más amplio de tecnologías. Estas se conocen, en conjunto, como agricultura de precisión; no solo incluye GPS, sino también sensores, drones e incluso un software complejo especializado. Es, más que un conjunto de herramientas tecnológicas, un enfoque totalmente diferente que lo que busca es hacer un uso más eficiente de todos los insumos agrícolas. Si bien es cierto que implementarlo es costoso a nivel económico, acaba por resultar en un aumento de la productividad y una reducción notable de los costos.
Componentes
El funcionamiento de un GPS agrícola requiere de que haya ciertos componentes clave que trabajen juntos para, de ese modo, proporcionar la información más precisa en tiempo real. Estos son los siguientes:
- Satélites de posicionamiento: estos orbitan la Tierra, y transmiten señales de radio que son las que contienen toda la información sobre la posición.
- Receptor GPS: es el componente principal de estos GPS, puesto que es el encargado de capturar todas las señales satelitales. Lo hace a través de algoritmos matemáticos, consiguiendo así determinar cuál es su posición exacta y, además, la distancia a la que se encuentra del resto de satélites.
- Antena GPS: es otro componente crucial y, en el contexto de la agricultura, pueden situarse en tractores, cosechadoras o cualquier tipo de equipamiento.
- Unidad de gestión: es la que se encarga de procesar todos los datos recibidos para, posteriormente, dar instrucciones a la maquinaría en caso de que esta sea automática. Normalmente, suelen estar conectados a diferentes software que permiten visualizar mapas, así como analizar datos de campo o incluso automatizar tareas, dependiendo de los datos que se hayan obtenido.
Pese a que pueda parecer complejo, lo cierto es que su usabilidad es bastante sencilla una vez que se conoce el funcionamiento.
Cómo usar un GPS agrícola
Es cierto que el uso de un GPS agrícola varía, dependiendo tanto del tipo de tecnología que hay disponible como de las necesidades que pueda presentar cada agricultor. Pese a todo, hay ciertos pasos básicos que ayudan a sacarle el máximo partido a este tipo de instrumentos:
- Antes de comenzar a trabajar, se puede realizar una planificación del terreno creando un mapa del área, ayudándose del GPS. De esta manera, podremos identificar las características del terreno, cuáles son sus límites, si hay zonas con diferentes tipos de suelo… Y, cómo no, diferenciar las áreas de cultivo.
- Tras esto, se procede a instalar el GPS en la maquinaria correspondiente. Hay, incluso, sistemas que ya se encuentran integrados en esta. En caso de no disponer de un sistema integrado, siempre se puede hacer una configuración adicional.
- Cuando la maquinaria se encuentra en funcionamiento, el GPS va proporcionando información en tiempo real de todo. Es muy útil, especialmente en todas esas tareas que requieren gran precisión, como en la aplicación de fertilizantes.
- En caso de estar ante un sistema más avanzado, el GPS puede llegar a automatizar algunas de las funciones de la maquinaria.
- Por último, también puede permitirnos analizar todos los datos que hemos recopilado tras las tareas del campo. Así podremos obtener lo que se conocen como mapas de rendimiento, y diagnosticar cualquier tipo de problema que pudiéramos hallar: zonas de bajo crecimiento, áreas que necesitan más fertilizantes…
Beneficios de este tipo de GPS
Como podrás imaginar, son muchos los beneficios de ayudarse de un GPS en la agricultura. El más importante de ellos es que nos permite aumentar notablemente la precisión, y esto es algo muy valioso tanto en el proceso de siembra como en el de la aplicación de fertilizantes. Nos ayuda a evitar superposiciones de aplicación, e incluso omisiones, reduciendo así el desperdicio. Además, nos reduce tanto tiempos como costes.
Más allá de esto, nos permite mejorar la toma de decisiones. Gracias a todos los datos que nos proporciona el GPS, así como a la gestión de los software, podemos tomar decisiones mucho más informadas sobre el manejo de los cultivos. Por ejemplo, podemos ver si hay áreas que necesitan una mayor atención.
Junto a esto, es innegable que es una forma de reducir el impacto ambiental. Porque usamos el agua, los fertilizantes o los pesticidas de una forma mucho más precisa y eficiente, ayudándonos a reducir el malgasto.
Por último, para aquellos que den el paso de automatizar procesos, verán que la gestión del campo se hace mucho más sencilla y menos laboriosa. Eso permite que la mano de obra humana se dedique a otras labores, reduciendo así el esfuerzo físico y, a la par, el margen de error humano.
Aplicaciones del GPS en agricultura
Son muchas las aplicaciones del GPS en este sector, y a continuación te vamos a mencionar las más comunes:
- Siembra de precisión: gracias al GPS, se puede sembrar en línea recta con un margen de error mínimo, aprovechando al máximo el terreno.
- Aplicación tanto de fertilizantes como de pesticidas.
- Cosecha mucho más eficiente, optimizando siempre las rutas y reduciendo el tiempo de trabajo.
- Monitorización de cultivos y suelos.
- Gestión del riego, al mapear la humedad del suelo y la necesidad real de las plantas.
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