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Certificaciones Agrícolas: Tipos y Significados

¿Has escuchado hablar de las certificaciones agrícolas en alguna ocasión? Estas son las que permiten a los consumidores identificar que todos los productos que compran han pasado por un control, y que tienen unos parámetros mínimos de calidad y sostenibilidad. Hoy queremos ahondar en estos certificados, en cuáles son y los diferentes tipos que existen. ¡Así que sigue leyendo! Porque es un mundo muy amplio, como no tardarás en descubrir.

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Qué es un certificado agrícola

Comencemos con lo más básico: un certificado agrícola es un documento oficial, emitido siempre por un organismo competente. Este es el encargado de garantizar y verificar que el producto ha pasado por un control y cumple con unos requisitos preestablecidos. Estos estándares no solo guardan relación con la calidad del producto en sí, sino también con la seguridad alimentaria, con las prácticas sociales responsables e incluso con la sostenibilidad medioambiental.

Funciones y utilidad

Gracias a contar con este tipo de certificaciones, como consumidores podemos confiar plenamente en que estamos adquiriendo un producto que ha pasado un control. Sabemos que hay una organización que se encarga de garantizar la calidad de ese alimento, o de esa materia prima, y que es estricta tanto con los criterios como con los controles en sí.

Pero no solo eso, sino que también permite a los agricultores a diferenciarse de la competencia. Es un método de agregar aún más valor a todos sus cultivos, además de promover prácticas agrícolas mucho más responsables con su entorno.

Tipos de certificados

Hay una gran cantidad de certificados agrícolas diferentes, puesto que cada una de ellas se enfoca en un ámbito o producto diferente. Además, podemos encontrar tanto certificaciones emitidas por organismos privados como otras por organismos públicos. A continuación, vamos a ahondar en los tipos de certificados que podemos encontrar: no solo cuáles son, sino también qué significa cada uno de ellos.

Certificados agrícolas públicos

Las certificaciones agrícolas públicas son las que, como su propio nombre indica, se emiten por un organismo público. Suelen relacionarse con unos estándares mínimos tanto en calidad como en seguridad alimentaria. Como, por ejemplo, sellos de calidad del Gobierno, o certificaciones de productos orgánicos que han sido respaldados por el estado. Normalmente, para obtenerlas hay que pagar una cuota anual.

Certificados agrícolas privados

Por otro lado, encontramos los certificados agrícolas emitidos por una organización privada. La diferencia es que no son funcionarios los que se encargan de otorgar estas certificaciones.

Normalmente, estos van más allá de los requisitos mínimos que marca la ley, y hablamos de certificaciones que son voluntarias. Como, por ejemplo, los sellos que nos indican que un producto proviene de comercio justo. O que avalan que las prácticas agrícolas que se han seguido cumplen unos parámetros concretos.

Certificados agrícolas locales

Las certificaciones locales se encuentran específicamente diseñadas para conseguir promover prácticas agrícolas sostenibles a nivel local. Estas pueden ser emitidas o bien por asociaciones o bien por cooperativas, e incluso por autoridades municipales. Lo que se busca con ellas es destacar que tanto la producción como el consumo es local, además de apostar por las prácticas agrícolas tradicionales.

Certificados agrícolas globales

Frente a las anteriores, encontramos certificaciones que se enfocan en el comercio internacional. A continuación hablaremos de una de las más importantes de estas, como es Rainforest Alliance. La clave de estos certificados es que se basan en normas que hay que cumplir independientemente del país donde se haya producido.

Certificaciones más importantes

Pese a la inmensa cantidad de certificaciones agrícolas que existen ahora mismo, hay algunas que sobresalen por encima de todas las demás. Y esas son las que vamos a explicar a continuación, para que puedas conocerlas detalladamente.

Certificación orgánica

Comenzamos con una de las más conocidas, como es la certificación orgánica. Esta nos garantiza que el producto que estamos adquiriendo se ha producido sin usar pesticidas, ni fertilizantes sintéticos, ni ningún tipo de organismo que haya sido modificado genéticamente. Es un método de promover la sostenibilidad, además de proteger tanto el medioambiente como la salud de los seres humanos.

Certificación en buenas prácticas agrícolas (BPA)

Pasamos a hablar de la conocida como BPA, o certificación de buenas prácticas agrícolas. Guarda cierta relación con la anterior, porque lo que busca también es promover métodos de producción que minimicen en la medida de lo posible el impacto ambiental. Además, busca garantizar la seguridad alimentaria, así como mejorar las condiciones de los trabajadores.

Certificación Rainforest Alliance

La certificación Rainforest Alliance es la que hemos mencionado con anterioridad, y su objetivo es conservar la biodiversidad de la tierra. No solo eso, sino también mirar por el bienestar de las comunidades agrícolas. Para conseguir esto, lo que busca es garantizar que todos los productos cumplan con unos estándares y unos requisitos muy rigurosos. Dentro de esta certificación encontramos el conocido como certificado UTZ, para así consolidar su compromiso con la sostenibilidad.

Certificación Global Good Agriculture Practices (GAP)

La certificación Global Good Agriculture Practices, conocida por sus siglas GAP, se encarga de establecer unos estándares que buscan promover la seguridad alimentaria del consumidor. Además, hacen hincapié también en la responsabilidad social no solo en la producción, sino también a lo largo de toda la cadena de suministro.

Certificación ISO 22000

La certificación ISO 22000 es un estándar internacional para la gestión de la seguridad alimentaria en toda la cadena de suministro agrícola. Esta norma establece requisitos para garantizar que los productos alimentarios sean seguros para el consumo humano, desde la producción hasta la distribución. Incluye controles para riesgos biológicos, químicos y físicos, y promueve prácticas eficaces de higiene y gestión de calidad.

Certificación LEAF (Linking Environment And Farming)

La certificación LEAF se enfoca en la sostenibilidad de las prácticas agrícolas y la gestión medioambiental. Este estándar promueve la protección del medio ambiente, la eficiencia en el uso de recursos y la mejora de la biodiversidad en las explotaciones agrícolas. Los productores certificados LEAF se comprometen a adoptar técnicas de cultivo que reduzcan el impacto ambiental y mejoren la salud del suelo y el bienestar de las comunidades rurales.

Certificado o etiqueta de Comercio Justo

Por último, hablamos de uno de los certificados más comunes y que podemos ver con asiduidad en el mercado: el de Comercio Justo. Este es crucial, puesto que garantiza que los productores agrícolas han recibido un precio justo por el producto en sí. No solo eso, sino que también nos asegura que se han respetado todos los derechos laborales a lo largo de toda la cadena de suministro. De esta manera, lo que se busca es reducir la desigualdad que se sufre en el comercio internacional, así como mejorar las condiciones de vida de los agricultores de los países menos favorecidos.

Estas certificaciones desempeñan un papel crucial cuando se trata de promover prácticas agrícolas sostenibles, así como garantizar un trato laboral justo. Como consumidores, además, podemos elegir productos certificados para contribuir a un sistema agrícola más sostenible y justo.

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