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Tipos de arados para trabajar el suelo. Lista completa

El arado es una herramienta crucial para la cosecha y la labranza desde hace siglos, ¡y continúa siéndolo incluso en pena agricultura tradicional! Los arados están específicamente diseñados para que trabajar el suelo sea mucho más sencillo, y, pese a llevar tantos siglos con nosotros, han ido evolucionando. Hoy queremos ahondar en esta herramienta, que tanta importancia tiene para nuestros cultivos. No solo vamos a analizar qué es exactamente, sino que también vamos a ver cuáles son los distintos tipos de arados que podrás encontrar.

tractor trabajando con un arado en el campo

¿Qué es un arado?

Comencemos, cómo no, con lo más básico: qué es exactamente un arado. Es una herramienta agrícola diseñada para poder trabajar la superficie del suelo de la forma más eficiente. Normalmente, lo que se busca es voltear la tierra, moverla o incluso partirla, para así prepararla para posteriormente sembrar cualquier cultivo.

Hay diferentes tipos de arado, como veremos después, pero casi siempre suele tener una cuchilla afilada, que se conoce como reja, y que será la encargada de cortar el suelo. Además, suele tener un bastidor bastante resistente que permite tener más estabilidad y que hará que podamos trabajar en la dirección en la que realmente queramos.

Como hemos señalado, hay distintos tipos de arados, así que vamos a verlos todos y a analizar para qué sirve cada uno de ellos. ¡No te lo pierdas!

Arado de cincel o chisel

Este arado de cincel, conocido también como chisel, es una variante moderna del tradicional arado. Normalmente, se usa para actividades de labranza de conservación. Cuenta en la parte inferior con diferentes dientes o cinceles, en lugar de tener una única reja; son estos dientes los que se encargan de penetrar en el suelo, y van rompiendo poco a poco todas las capas compactadas de tierra. De esta manera, lo que se consigue es reducir notablemente la erosión del suelo.

No obstante, debes saber que no es el más recomendable cuando lo que se busca conseguir es un control de las malas hierbas.

Arado de cohecho

Otro arado muy conocido es el denominado de cohecho, también llamado de reja fija. Es uno de los más tradicionales, puesto que solo tiene una única reja fija que es la que se encarga de cortar el suelo e ir volteándolo, a la par que se va avanzando. Se usa, sobre todo, en terrenos que se encuentran bastante compactados, especialmente en la labranza tradicional. Además, es mejor para trabajar en la superficie del suelo, más que para profundizar.

Arado de cresta

El arado de cresta, también conocido como arado surcador o arado formador de surcos, es una herramienta agrícola especializada en la creación de surcos o crestas en el suelo. A diferencia de los arados tradicionales que voltean la tierra, el arado de cresta la trabaja superficialmente, dejando surcos o crestas elevadas entre surcos más bajos.

Arado de discos

Pasamos ahora a hablar del arado de discos, que es bastante más moderno que los que hemos mencionado ahora. En lugar de ayudarse de una reja, este tiene discos afilados para así ir cortando la tierra. Estos discos giran de forma horizontal, y crean surcos mucho más limpios que en el caso de otras herramientas. Es muy eficaz en terrenos en los que hay residuos del cultivo anterior, así como muy usado en suelos pesados.

Los agricultores que optan por este tipo de arado suelen trabajar casi siempre con suelos arenosos, duros y que tienen muchas piedras o raíces.

Arado topo

En este caso, hablamos de lo que se conoce como subsolador, y permite que el suelo se vaya drenando. La idea es conseguir romper todas las capas profundas del suelo sin llegar a voltear la superficie, y se suele usar en suelo que ya está compactado. Tiene una única reja, y esta es la encargada de penetrar de forma horizontal en el suelo y romper por completo la compactación. Gracias a eso, lo que consigue es que haya una mayor infiltración tanto de agua como de aire. Es una herramienta crucial para suelos que se encuentran degradados, puesto que ayuda a recuperarlos.

Arado rotativo

Damos el salto ahora al conocido como arado rotativo, que se conoce también como motocultor o motocultivador. Es una herramienta bastante versátil, y se ayuda de cuchillas giratorias para conseguir que se pueda trabajar el suelo de la forma más eficiente. Son estas cuchillas las que se encargan de ir cortando y pulverizando la tierra a su paso, buscando crear siempre una textura tan fina como uniforme.

Es perfecto cuando se busca preparar los lechos para la siembra, así como para mezclar fertilizantes en la superficie.

Arado de vertedera

Por último, hemos de pasar a hablar del arado de vertedera. Es uno de los más antiguos, pero continúa siendo muy usado incluso en la agricultura moderna. Tiene una reja curva, conocida como vertedera, que es la que va cortando y volteando la tierra, así como creando surcos muy profundos. Es el más usado cuando se trata de suelos pesados y arcillosos, puesto que ayuda a facilitar tanto el drenaje como la aireación.

Es indudable que los arados son herramientas fundamentales en la agricultura actual, y que es importante saber elegir el tipo adecuado. Esto dependerá siempre de distintos factores: el tipo de suelo, el uso de este, los objetivos… Cada uno de los arados que hemos visto hoy tiene sus ventajas y sus aplicaciones técnicas, de ahí la importancia de conocerlos todos.