En el mundo actual, la agricultura ha evolucionado de una forma que casi nos parece increíble. Porque la Inteligencia Artificial ha venido para quedarse en todos los ámbitos, y en este no iba a ser para menos. Gracias a las nuevas tecnologías, conseguimos una gran optimización de recursos y, además, una maximización absoluta de la producción. Dentro de estas tecnologías, hoy tenemos que hablar de una de las más interesantes e innovadoras: la telemetría agrícola. No te preocupes si no sabes lo que es, porque te lo vamos a contar a continuación y te va a sorprender gratamente. ¡Querrás incorporarla en tu trabajo diario!
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Definición de telemetría agrícola
La telemetría agrícola es, en realidad, algo sencillo de comprender: un sistema de recopilación, transmisión y análisis de datos a distancia que te permite realizar un monitoreo en tiempo real de todas las actividades agrícolas. Se ayuda de sensores y diferentes dispositivos electrónicos para conseguir monitorizar diferentes parámetros: condiciones del suelo, temperatura, humedad, nivel de riego… Estos datos se van recopilando en dispositivos inteligentes que se instalan en el campo y se transmiten a plataformas de análisis. Es ahí donde se procesan, normalmente con ayuda de la Inteligencia Artificial, para así generar información útil que ayude con la toma de decisiones.
Gracias al uso de telemetría en la agricultura, los trabajadores pueden realizar un monitoreo constante y en tiempo real tanto de sus cultivos como de su maquinaría, e incluso de sus animales. De esta manera, obtenemos lo que se conoce como agricultura de precisión, que nos permite identificar los problemas antes de que estos pasen a convertirse en una crisis real. Y esto nos ayuda a llevar a cabo una optimización de recursos disponibles, mejorando tanto la calidad como la cantidad de producción.
Componentes de un sistema de telemetría agrícola
Estos sistemas tienen bastantes componentes que están interconectados y que, además, trabajan de forma conjunta para recopilar y procesar toda la información relevante. Los principales son los siguientes:
- Sensores y dispositivos de monitoreo en tiempo real. Estos sensores son los encargados de medir todas esas variables clave. La humedad del suelo, la salinidad, la temperatura, la velocidad del viento, la radiación solar… Gracias a ellos, podemos tener toda la información.
- Dispositivos de transmisión de datos. Toda esa información que hemos mencionado antes es recogida por unos dispositivos de transmisión, que son los responsables de garantizar que lleguen a las plataformas de análisis de datos.
- Plataformas de análisis. Son, como hemos señalado, las que reciben todos esos datos que hemos mencionado antes. Usan algoritmos avanzados, e incluso Inteligencia Artificial, para analizar la información y generar informes en tiempo real. Esto permite a los agricultores tomar todo tipo de decisiones informadas sobre el manejo tanto de los cultivos como de las máquinas o el ganado.
- Sistemas automatizados. En algunos sistemas de telemetría avanzada, esos datos recogidos pueden ser usados para activar sistemas automatizados. Como, por ejemplo, sistemas de riego si la humedad baja de lo que estipulábamos mínimo. De esta manera, se reduce la necesidad de intervención humana y se aumenta notablemente la eficiencia.
- Interfaces de usuario. Todos los agricultores que tengan un sistema de telemetría tendrán acceso tanto a los datos como a los informes mediante una interfaz. Esta busca ser siempre intuitiva, y puede ser en una aplicación móvil o en un panel de control en línea. La clave es que siempre nos muestran los datos de forma amigable, permitiéndonos así tomar decisiones de forma mucho más sencilla.
Beneficios de implementar telemetría agrícola
Es innegable que, pese a que suponga una inversión inicial, la implementación de la telemetría agrícola ofrece una gran cantidad de beneficios que mejoran la eficiencia de cualquier explotación agrícola. Algunas de sus ventajas más destacadas son:
- Optimización de recursos. Al permitir que los agricultores monitoricen en tiempo real todas las variables críticas, permite también que se tomen decisiones mucho más inteligentes. Por ejemplo, podemos basarnos en la humedad real del suelo para regar, evitando así el desperdicio del agua. Y lo mismo podría suceder con otros recursos, como fertilizantes o pesticidas.
- Mejor control sobre las condiciones de los cultivos. De nuevo, esa monitorización permite estar al tanto de cualquier problema que pudiera surgir en el campo o con la maquinaria. De este modo, se detectan las posibles amenazas en la producción y se reducen al mínimo antes de que supongan un problema real. Enfermedades, plagas, deficiencias nutricionales… Todo esto se puede prevenir a tiempo, evitando la pérdida de cosechas.
- Aumento de la productividad. Es mucho más sencillo para los agricultores mejorar el rendimiento de sus cultivos, puesto que nos permite ver que reciben todo lo que necesitan. Y eso maximiza la producción, permitiéndonos planificar la cosecha y mejorando la eficiencia tanto del uso de maquinaria como de mano de obra.
- Sostenibilidad. Sin duda, una de sus grandes ventajas es que obtenemos prácticas agrícolas mucho más sostenibles. Porque optimizamos recursos, ayudando así a la preservación del medioambiente. Y, además, ayuda a reducir la cantidad tanto de pesticidas como de fertilizantes usados.
- Toma de decisiones basada en datos objetivos. Obtenemos constantemente datos objetivos y actualizados, favoreciendo que la toma de decisiones sea totalmente informada. Y esto es crucial para mejorar la rentabilidad.
- Monitoreo en tiempo real a distancia. La conectividad remota permite que se pueda acceder a todos los datos desde cualquier lugar, algo especialmente útil en plantaciones grandes.
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Aplicaciones de esta tecnología
Como podrás imaginar, son casi infinitas las aplicaciones que tiene esta tecnología ahora mismo. Monitorear cultivos, gestionar los riegos, monitorear ganado, mantener toda la maquinaria controlada, hacer un análisis predictivo y ver qué pronósticos hay en los siguientes días… ¡Es muy, muy útil! Aunque es, sin duda, la agricultura de precisión la que más beneficiada se ve de este tipo de tecnología. Porque nos permite optimizar la producción mediante el uso de datos precisos, pudiendo aplicar la cantidad exacta de insumos justo en las zonas que realmente lo necesitan. Y esto consigue que, a largo plazo, se reduzcan en buena medida los costos y aumente notablemente la eficiencia.